CUENTA LO QUE HAS VISTO Y OÍDO
En el mes misionero, para ser todos misioneros del Evangelio. Me piden que cuente lo que he visto y oído, en la parte noroeste de Zimbabue, donde he estado viviendo los últimos 8 años de mi vida. Mi nombre es José Luis y soy un sacerdote misionero. Sé que suena a tópico, pero es verdad, puedo decir que Zimbabue me ha evangelizado, ha hecho de mí una persona nueva en muchos sentidos… Son tantas las imágenes, especialmente rostros de personas concretas y palabras, además de silencios que he oído, que quizás, todos ellos juntos, podrían formar la más bella fotografía sonora, de lo que yo seré capaz de transmitiros en estas pocas líneas…
De entre todos los recuerdos que se hayan guardados en la memoria de mi corazón, los más potentes son los rostros, las caras de los niños que reflejan siempre la verdad más pura, sin engaños y maquillajes y, también, las vidas de las mujeres que he conocido en más profundidad: madres, ancianas, niñas que nunca serán jóvenes…cuyos cuerpos curtidos por el trabajo, la maternidad y el servicio a los que forman parte de su familia, expresan la entrega incondicional que para nosotros los creyentes, tiene nombre concreto.
África no es un país, son muchos países y pueblos donde sus gentes viven con una esperanza “a prueba de bomba”, sin tiempo para llorar a sus muertos o hacer duelo por ellos, viviendo al día, con lo poco que pueden extraer de una tierra rica o de una venta en los miles de mercados informales que existen en las grandes urbes de este continente. Pero también y, sobre todo, es el continente de la alegría y de la acogida; valores que contagian con una naturalidad tan sana y evidente, que sientes envidia de no haber podido ser contagiado por ese virus que solamente poseen los que allí han nacido…
Acabo con una petición, cada vez que veamos un hermano venido de África en una patera o detrás de una valla o frontera, pregúntate por que dejó atrás su familia, su tierra, su hogar y su vida, para arriesgarse en este viaje sin retorno…
José Luis Lázaro Ansola, misionero
